Mês: outubro 2021
Conversa com o Professor Marco Antônio Villa sobre as biografias do barão do Rio Branco e de Euclides da Cunha
Resenha do livro “Brasil-Ecuador: 175 años de historia” na revista “Procesos, revista ecuatoriana de Historia”, número 53 (ene-jun. 2021)
Santiago Cabrera Hanna y Luis Claudio Villafañe, Brasil-Ecuador: 175 años de historia
Viviana Alejandra Calles Arias
Páginas 307-310
Santiago Cabrera Hanna y Luís Cláudio Villafañe. Brasil-Ecuador: 175 años de historia. Quito: Embajada de Brasil en Quito/Hominem Editores, 2019, 106 pp.
DOI: https://doi.org/10.29078/procesos.v.n53.2021.2673
El texto reúne dos estudios que abarcan las relaciones diplomáticas entre Brasil y Ecuador, desde el siglo XIX hasta la actualidad. Estas perspectivas abordan el reconocimiento mutuo, el desarrollo de las soberanías nacionales y la incorporación de la República del Ecuador al contexto internacional. Asimismo, se expone la visión de las relaciones internacionales del Imperio de Brasil con los países limítrofes como Colombia, Perú, Bolivia, Chile y especialmente Ecuador. Esta última perspectiva es analizada por Villafañe, quien permite pensar la figura de embajadores y cancilleres como actor esencial en la consolidación de las relaciones bilaterales entre ambos países y en el reconocimiento internacional. Villafañe expone el alcance de los tratados, las experiencias sobre las tensiones limítrofes y la importancia del uso de mecanismos legales en el fortalecimiento de las relaciones bilaterales.
Además de lo anterior, los estudios analizan prácticas de intercambio y legitimidad territorial, principalmente tratados, guerras, congresos y acuerdos de paz, con el fin de demostrar el fortalecimiento de las relaciones bilaterales entre Brasil y Ecuador. Sin embargo, estos factores son parte de un marco más amplio relacionado con el reconocimiento de las soberanías nacionales, la formación de los Estados y los vínculos internacionales que se tejieron entre ambas entidades. De esta manera, el enfoque de la investigación aborda la historia política del Estado que permite indagar el marco legal en relación con la construcción y edificación de las relaciones internacionales y la política de reconocimiento mutuo. Por un lado, “la realidad nacional vista desde las múltiples soberanías estatales republicanas forjadas en Hispanoamérica, y por otro, la uniforme monarquía portuguesa-americana
constituida al calor de las novedades constitucionales” (p. 22).
Las dos investigaciones cuentan con un amplio corpus documental caracterizado por fuentes oficiales de orden institucional, mayoritariamente cartas, tratados, notas y memorias de cancilleres, comunicados, prensa y legislación de la época. La lectura de las fuentes realizada por los autores no hace énfasis en la mera orientación de la evolución histórica de las relaciones internacionales, sino que cuestiona y examina la coexistencia regional de dos espacios sudamericanos disímiles en sus procesos de conformación de gobierno durante la consolidación de la República y el Imperio. Cabrera Hanna y Villafañe resaltan la importancia de las memorias del embajador Ponte Ribeiro para entender las relaciones y descripciones comerciales, geográficas, étnicas, demográficas y políticas. De acuerdo con los autores, en sus memorias de 1841, Ponte Ribeiro describe las relaciones políticas y los consensos regionales entre las élites políticas y económicas de la Costa y la Sierra ecuatorianas, durante una compleja coyuntura interna.
En concordancia con lo anterior, Cabrera Hanna considera el estudio de estas relaciones dentro del complejo proceso de establecimiento de la soberanía “hacia afuera” de la República del Ecuador. Al hacerlo, propone una periodización para entender el inicio de las relaciones bilaterales entre Ecuador y Brasil. En primer lugar, aborda la época de 1821 a 1830 (p. 22) relacionada con la implementación del reconocimiento de las soberanías locales, las negociaciones políticas, las agregaciones militares y las negociaciones para la delimitación de los territorios de la Amazonía, instaurada a partir de la implementación de los principios legales del
uti possidetis iuris, que permitieron establecer el trazado territorial nominal de la República de Colombia. Seguidamente, el autor aborda los años de 1830 a 1852, momento en el que se presentó el fortalecimiento de las relaciones imperiales directas con Chile, Bolivia y Perú. Sin embargo, con el Ecuador estas relaciones se entablaron indirectamente a partir de legación peruana comandada por Duarte da Ponte Ribeiro, con el fin de desvanecer cualquier recelo que las repúblicas de la costa pacífica tuviesen con los intereses territoriales imperiales brasileños.
Más adelante, este autor analiza la década de 1860-1870 como un momento crítico de la diplomacia entre el Imperio de Brasil y las Repúblicas del Pacífico debido a la Guerra de la Triple Alianza (Brasil, Uruguay y Argentina) contra el Paraguay y a la instauración del Congreso de las Américas en 1864, convocado por el Gobierno de Perú. Durante la década de 1870-1880, las repúblicas con territorios en la hoya amazónica convergen en la delimitación de sus fronteras, lo cual fue un aspecto primordial en la agenda diplomática ecuatoriana y brasileña hasta 1900. Posteriormente, al concluir las tres primeras décadas del siglo XX, las relaciones bilaterales entre Ecuador y Brasil se estrecharon paulatinamente en función de la necesidad de establecer límites en la compartida región selvática.
Finalmente, Cabrera Hanna aborda los conflictos limítrofes con el Perú y el camino hacia la firma del Acuerdo de Paz entre 1941 y 1998. Este período estuvo marcado por los conflictos territoriales entre Ecuador y Perú debido a los hitos pendientes con la cordillera del Cóndor, llevando a ambos países a confrontaciones bélicas en dos ocasiones: en 1981 con el “Conflicto de Paquisha”, y la “Guerra del Cenepa” en 1995. En esta etapa los autores coinciden en el interés diplomático que tuvo Brasil en mediar en los conflictos entre ambos países.
El estudio de Luis Claudio Villafañe, a su vez, coincide con la cronología expuesta por Cabrera Hanna sobre los procesos que incidieron en el fortalecimiento de las relaciones bilaterales entre Ecuador y Brasil. Sin embargo, el autor nos muestra dos aspectos nuevos: primero, la perspectiva brasileña que nos induce al estudio sistemático de los antecedentes, y la historia y el potencial diplomático y legal de las relaciones entre Brasil y Ecuador, basados en una agenda bilateral fundamentada en áreas como comercio, medioambiente, cooperación, ciencia y tecnología (p. 87). Y segundo, el análisis de la figura de los embajadores y los ministros como actores fundamentales en la consolidación de las relaciones entre ambos Estados. En este punto, Villafañe ejemplifica el tratado secreto del Barón de Río Branco gestionado para afianzar los límites entre Brasil, Ecuador y Perú durante 1904. La gestión de Río Branco evitó enfrentamientos bélicos provocados por la delimitación de las fronteras y colaboró con la pacificación y negociación de las tensiones entre Ecuador y Perú.
Villafañe plantea que las relaciones directas entre Ecuador y el Imperio de Brasil se dieron durante los gobiernos marcistas ecuatorianos y en el reinado del emperador Don Pedro II. Según el autor, a partir de ese momento las relaciones bilaterales se enfocaron en los acuerdos de libre navegación por los ríos del extenso valle amazónico considerado como un espacio promisorio para la explotación de los recursos naturales, el intercambio de bienes y el libre comercio. Posteriormente, en 1861, durante la primera administración de García Moreno (1861-1865), las relaciones diplomáticas se mantuvieron dentro de los objetivos de la delimitación de fronteras con Nueva Granada, Perú y Brasil, con el propósito de demarcar definitivamente los linderos de las soberanías nacionales. Sin embargo, estos espacios geográficos fueron vistos como recursos de negociación de empréstitos internacionales, como parte de la política civilizatoria y como fuente de ingreso económico de la región.
En consecuencia, las relaciones bilaterales entraron en crisis debido a las tensiones bélicas entre Ecuador y Perú, y la aplicación del Protocolo de Río de Janeiro entre 1941 y 1942. En el contexto internacional de la Segunda Guerra Mundial, se sumaba la intensa situación del avance militar del Perú en varias zonas del Oriente del Ecuador. En este período, Cabrera Hanna y Villafañe coinciden en destacar el fortalecimiento de las relaciones bilaterales en la primera mitad del siglo XX con la elevación de categoría de la legación de Brasil en Quito a Embajada de Brasil ante la República del Ecuador, durante 1942. De acuerdo con Villafañe, las implicaciones de la presencia y respaldo de Brasil permitieron el fortalecimiento de los vínculos económicos, comerciales y culturales de ambos países. Esto generó un llamado a reformular la escritura de la historia nacional enfocándola en los procesos de integración y en la comprensión de la lucha limítrofe por la soberanía nacional. A inicios del siglo XXI, los intercambios bilaterales y conmemoraciones fortalecieron los vínculos de las expresiones bilaterales en función de las rutas de comercio regional.
Para concluir, es pertinente subrayar que el aporte del libro a la historiografía se basa en el estudio de las soberanías y la construcción de los Estados nacionales en la perspectiva de la diplomacia. Por este motivo, el libro sobrepasa la descripción histórica de los sucesos, para sugerir análisis de la retórica legal del reconocimiento mutuo, como requisito fundamental para la implantación de la soberanía nacional en los territorios que permitió otorgar derechos y obligaciones a los gobiernos de turno. Otro elemento novedoso es el análisis de los actores diplomáticos que, a través de consensos, tratados y negociaciones, resolvieron los conflictos para el avance del fortalecimiento de las relaciones bilaterales. Tanto Cabrera Hanna como Villafañe insisten en que las tensiones diplomáticas por el espacio amazónico se pueden abordar en futuras investigaciones. Finalmente, la escritura del libro es parte de los elementos de reafirmación de las relaciones bilaterales entre ambos países; estos vínculos permiten confirmar elementos históricos comunes en su proceso de consolidación como Estados-nación.
Viviana Alejandra Calles Arias
Universidad Andina Simón Bolívar, Sede Ecuador
Quito, Ecuador